martes, 3 de noviembre de 2009

El triste récord del transporte público

El transporte público de la ciudad de Mar del Plata tuvo el triste
récord de ser el de mayor tiempo, más de 50 años, que funcionó bajo
permisos precarios por parte de la Municipalidad de Gral. Pueyrredón.

En el año 2005 se aprueba la ordenanza que regiría la concesión del
servicio y en 2007, por primera vez en la historia, se firman los
contratos de concesión, aunque la precaridad del mismo no ha podido ser
eliminada.

Muchas de las obligaciones que establecen estos contratos no se cumplen
o se han cumplido en plazos que triplican o cuatruplican los
establecidos en los pliegos.
Entre otras cosas, podemos mostrar falencias en la publicación y
cumplimiento de las frecuencias de paso de los micros, en su
identificación, pintados de cualquier color, en la instalación de las
rampas para discapacitados, en el funcionamiento del sistema de pago por
tarjeta magnética, en la higiene de las unidades, en el seguimiento
satelital, en el seguimiento de las denuncias realizadas al
0-800-666-5102, en el control y sanción por parte del departamento
ejecutivo, en el erróneo calculo del costo del boleto, etc.

Sin embargo, el mayor problema que tenemos en este momento es el intento
de estafa a toda la población que significa la instalación de monederas
como medio de pago.

Mientras vemos en los medios de Capital Federal notas y notas sobre la
falta de disponibilidad de monedas y los perjuicios que acarrea al
usuario, vemos que la propia Presidente anuncia el Sistema Unico de
Boleto Electrónico, S.U.B.E., como medio para terminar con este
problema, mientras ciudades como Rosario, Córdoba o Bahia Blanca dejan
de lado la moneda o el cospel para pasarse a la tarjeta de aproximación,
en Mar del Plata, los transportistas, en afán de mayor ganancia, no
dudan en generarle al usuario los mismos inconvenientes que ya se conocen.

No está mal que el empresario quiera aumentar sus ganancias, lo que
resulta inaceptable es que para ello se complique la vida del usuario y
que dicha ganancia sea producto de la evasión y el ocultamiento de los
datos de boletos vendidos.

Las monederas que se van a instalar son equipos alemanes de 15 años de
antigüedad, que no cuentan con mecanismos de auditoría eficientes.
Los datos de cada vuelta del micro se emiten en un ticket-resumen, sin
ninguna clase de validez legal, ya que estas monederas no tienen
certificación de controlador fiscal por parte de AFIP. Además, para
poder transferir los datos en forma electrónica, se deben extraer de la
monedera con un equipo especial para luego llevarlo hasta una PC, desde
la cual entonces si se envía a un servidor central.
En el medio de este camino, las posibilidades de perder o modificar los
datos son enormes.

Y estos datos son cruciales para la determinación del correcto
funcionamiento del sistema, asi como para el cálculo del costo del
boleto. Por cada viaje que no se registra, disminuye el índice pasajero
kilómetro, IPK, y por ende, aumenta el valor que deberá pagar por viaje
el usuario.

No es extraño, entonces, que uno de los concejales que mas ha defendido
las monederas sea el mismo que fuera detenido en el centro de nuestra
ciudad manejando un auto robado. Si extraña que el Intendente municipal,
quien tildara de "los mas burros y mas mañeros" a los empresarios del
transporte marplatense, esté ahora a favor de esta estafa. No logramos
entender los motivos del cambio de opinión, ya que los empresarios
siguen siendo los mismos, al igual que sus mañas.

Asi como la primera consecuencia de la instalación de las monederas será
la ausencia de las mismas en el mercado, y la segunda el aumento de la
inseguridad en los micros por llevar dinero en efectivo, la tercera será
el aumento del boleto.

El sistema de tarjetas por aproximación aprobado por el Concejo
Deliberante y vetado parcialmente por el presidente del HCD en ejercicio
de la intendencia, Marcelo Artime, trabaja on-line. Cada boleto vendido
es automáticamente informado al sistema central, del cual debe existir
una réplica de control en la Municipalidad, evitando de esta manera la
destrucción de datos.
Permite que la tarjeta pueda ser utilizada en modo post-pago,
adhiriéndola a una caja de ahorros, cuenta corriente, tarjeta de crédito
o débito, o hasta que se mande una factura mensual con los consumos
realizados como si de los pulsos telefónicos que consumimos se tratara.
También se la puede cargar con anticipación en cualquier kiosko que
tenga una PC con internet o, en caso de un olvido, hasta mandando un SMS
desde nuestro celular.

Casi podríamos hablar de una conjunción perfecta. La tecnología puesta
totalmente al servicio de la ciudadanía, brindándole la posibilidad de
aprovecharla para eliminar una molestia de su vida diaria.

Económicamente hablando, las tarjetas de aproximación que podría
instalar una empresa marplatense, con el consiguiente beneficio en el
incremento de puestos de trabajo calificado, tienen un costo aproximado
de 2,4 millones de pesos mas un mantenimiento anual de 600 mil.
Si este monto se prorratea a 10 años, como lo establece la ordenanza
16789, el aumento en el costo del boleto es de UN CENTAVO.

¿Es necesaria tanto discurso sobre no aumentar el boleto por un año
cuando dicho aumento es insignificante y cuando el 21% que piden los
transportistas no tiene ningún estudio de costos que lo certifique?

No, para el sentido común no es necesario. Pero ya sabemos que este, y
sobre todo entre los políticos actuales, es el menos común de los sentidos.

Javier Salinas
http://transportemdp.wordpress.com