Comunicado
Transporte público ¿Patrimonio privado o bien social?
¿De qué hablamos cuando hablamos del Transporte público de pasajeros? podemos resumirlo en dos o tres líneas: la tarifa plana, algún posible descuento o, lo más habitual, nos quejamos del mal estado del servicio. Sin embargo, todos estos temas son tratados aisladamente y desde una perspectiva a nuestro entender errónea: la de la empresa privada que brinda un servicio, una mercancía. Lo que se pasa por alto es que el transporte público es un bien social, que debe pensarse como una herramienta para el crecimiento de nuestra sociedad, es decir, debe contribuir a nuestro bienestar. Entonces, para poder dar respuestas a la problemática, debemos ocuparnos de la cuestión de manera global y no como una sumatoria de partes. En ese sentido, el reclamo del boleto estudiantil no es la demanda egoísta de un sector, sino la exigencia de una herramienta de desarrollo social para toda la comunidad entendiendo lo que este sector le aporta al desarrollo productivo de nuestra ciudad.
Veamos ¿Cuál es la realidad del transporte hoy? Frecuencias desastrosas, micros en mal estado, recorridos poco eficientes, costos altísimos para el pasajero, inseguridad… ¿Y cuál es el producto de este combo nefasto? La exclusión gradual de cientos de personas de nuestra ciudad. Nuestro transporte es nuestro camino a todos lados, a la escuela, al trabajo, a ver a la familia, todas cosas importantísimas y que a nadie parecen importarles. ¿Qué queremos decir? Que la función del transporte público es semejante a la de las venas del cuerpo, nos transportan y comunican, nos enlazan, nos dan un sentido de comunidad y nos dan vida.
¿Y qué cosas nos identifican? Bueno, por un lado, Mar del Plata fue declarada ciudad universitaria ¿Qué significa esto? Bueno, en estos pagos significa prácticamente nada, se reduce a nuestro intendente saliendo en los medios con otros personajes del ámbito universitario y político de la ciudad.
Sin embargo, tenemos un gran potencial de desarrollo a partir de este sector. Miles de jóvenes vienen cada año a estudiar aquí, generando recursos muy importantes para la ciudad, pero nadie parece percibirlo. Cientos de profesionales egresan cada año para formar parte activa de la comunidad, pero a nadie parece importarle el aporte que ellos generan. La universidad genera millones de pesos en ingresos para la ciudad año tras año por capacitación y transferencia hacia las empresas privadas y al estado municipal, pero tal aporte no es reconocido.
La comunidad estudiantil debe, cada vez con más frecuencia, hacer frente a las problemáticas de seguridad, contención del estudiantado y fomento de la educación y la transferencia de conocimientos, sin que haya ningún apoyo oficial a sus reclamos, ningún acompañamiento por parte del gobierno municipal. Por eso exigimos un boleto que ayude a todos a los estudiantes para llegar y a la ciudad para desarrollar este ámbito.
Estamos en una encrucijada y hay que tomar una decisión. ¿A quién beneficia el transporte público? ¿A un grupo de empresarios o a los ciudadanos de General Pueyrredón?
¿Cuál es su objetivo? ¿El provecho económico de una minoría o el acceso de todos a nuestro crecimiento y desarrollo social?
Estas cosas queremos preguntarles a nuestras autoridades municipales. Estas cosas queremos exigirle. No. No es el acceso de unos pocos a la educación lo que exigimos, sino el acceso universal al transporte público, para los estudiantes, para los trabajadores, para las amas de casa, para nuestros abuelos, para los discapacitados, en fin, para todos.
Ésa es la bandera que queremos levantar, queremos trabajar codo a codo con toda la ciudad para recuperar lo nuestro, lo que nos corresponde. La municipalidad debe ponerse al frente de un proceso de recuperación del transporte público.
Transporte público entendido como un patrimonio de nuestra comunidad y no como un contrato del que se benefician unos pocos privados. Ese es nuestro reclamo y nuestro compromiso.
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