jueves, 22 de abril de 2010

Transporte Público: Las contradicciones de algunas voces

Por Agrupación Construcción Colectiva para la Justicia Social (construccioncolectivajs@gmail.com)

Cada vez que el trasporte público aparece en la agenda pública, son los usuarios quienes siempre salen perjudicados. Las notas periodísticas que se reprodujeron en estos días reflejaron un nuevo hecho de inseguridad contra un chofer de la línea 573, que puso en alerta al gremio de la UTA y en riesgo al servicio público de transporte nocturno.

Desde Construcción Colectiva por la Justicia Social festejamos la acción gremial ante estos hechos, pero seguimos sin comprender por qué esta misma actitud no se plantea también ante el reiterado pedido empresarial para que sean instaladas las monederas en los micros del servicio público de pasajeros.

¿Alguien puede creer que las situaciones riesgosas que hoy viven choferes y usuarios dejarán de existir con dinero a bordo de los micros? ¿O serán acaso peores? Quizás los empresarios justifiquen esto, ¿pero el sindicato qué opina?, interrogó Viviana Roca, ex concejal y referente de Construcción Colectiva.

No se ha escuchado una voz fuerte y contundente frente a la insistencia de los transportistas. Tampoco es clara la posición del Ejecutivo, o es, cuanto menos, dudosa.

El Concejo Deliberante, hasta fines del 2009, mostró un firme rechazo por mayoría a la instalación de las monederas, poniéndose del lado que debe estar: junto a los trabajadores y los usuarios.

Es necesario e imperioso que se cumpla con la Ordenanza 9.664, que data de l994 y que claramente expresa en sus artículos 15 y 16, que el sofware debe asegurar la imposibilidad de manipulación de datos desde el sistema que se instale a bordo de las unidades y la computadora central. Es decir, que se establezca un sistema online o en tiempo real. Tanto las monederas, que siempre pretendieron instalar los transportistas, como el sistema actual, no poseen esa cualidad.

Esta no fue una condición antojadiza de los legisladores a la hora de sancionar la norma, sino que es un punto imprescindible para tener la cantidad real de pasajeros y evitar así la manipulación de datos. Los concejales que en 2009 votamos la ordenanza y rechazamos las monederas creímos esencial mejorar los controles que se hacen sobre este servicio público. Siempre dijimos que el control sobre el ingreso de pasajeros es una de las variables más importantes del cálculo del valor del pasaje. Una cuestión tan simple y al mismo tiempo tan difícil de hacer cumplir a los empresarios.

Frente a los hechos de inseguridad que hoy se sufren a bordo de los micros y la nueva arremetida empresarial, nos gustaría escuchar también la voz fuerte de los trabajadores y del poder concedente del servicio público, el Ejecutivo municipal. Saber si están dispuestos a cuidar la seguridad de los choferes y los ciudadanos que a diario toman un colectivo o darán lugar a la instalación de un precario sistema de monederas que seguirá ocultando la verdadera información sobre ganancias empresariales, a costas del esfuerzo de los vecinos de Mar del Plata.

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